viernes, 23 de octubre de 2015

8 razones para amar la sana doctrina

Ministerio / Kevin Halloran
Recientemente hablé con un pastor, el pastor Fernando, que me dijo con gozo que 450 personas dejaron su iglesia de 600. ¿Por qué estaba feliz?
Fernando llevaba años predicando un mensaje de prosperidad y prometiendo sanidad a su iglesia. Y a su redil le encantaba. Pero luego dos de sus hijos murieron en un período corto de tiempo, uno de violencia y el otro de enfermedad. Su mensaje de prosperidad empezó a desmoronarse. ¿Dónde estaba la bendición de Dios? ¿Por qué le estaba pasando esto?
Dios le reveló al pastor Fernando que él estaba predicando un falso mensaje que hizo daño a su congregación y los dejó sin preparación al enfrentarse a la profunda realidad del sufrimiento. Predicar esta doctrina falsa parecía dar resultados a corto plazo, pero a la larga estaba llevando a la gente tras riquezas y bendiciones que la Biblia nunca promete, y quitando el enfoque de las promesas mayores de las Escrituras.
La iglesia necesita sana doctrina para poder enfrentar las complejidades de la vida y de la fe.  
¿Qué es la sana doctrina?
La doctrina es “enseñanza escritural de verdades teológicas”[1]. Añadir el término sano a doctrina aguza la definición con las ideas de “saludable” o “adecuado”[2]. Por tanto, una definición de lo que la Biblia quiere decir cuando habla de sana doctrina es la siguiente: 
La sana doctrina es la enseñanza bíblica y adecuada de verdades teológicas que llevan a la salud espiritual y a vidas transformadas tanto de los individuos como de la iglesia
La sana doctrina debe ser el contenido de cada sermón, de cada estudio bíblico, de cada canción y de cada libro que leamos en la iglesia. Y debemos amarla. Aquí hay 8 razones por qué hacerlo:

1. Debemos amar la sana doctrina porque Dios ama la sana doctrina.

Las Escrituras ordenan que los líderes  “retengan la palabra fiel que es conforme a la enseñanza” y que “sean capaces también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen” (Tito 1:9). La sana doctrina fluye de las palabras de Dios y de su voluntad revelada en las Escrituras. Dios nos dio Su Palabra y sana doctrina para que podamos conocerle, amarle, obedecerle, y enseñar a otros acerca de Él y de lo que Él ha hecho por nosotros en Cristo. Amémosla porque le amamos a Él.

2. Debemos amar la sana doctrina porque hace madurar tanto a los individuos como a la iglesia.

La doctrina que no es sana trastorna la fe, extravía a la gente, y finalmente nos hace perder el tiempo, como le sucedió al pastor Fernando. Enseñar sana doctrina lleva a la madurez espiritual, tanto en individuos como en la iglesia en su conjunto (Efesios 4:11-14). Conforme nos alimentamos de sana doctrina, vamos teniendo menos gusto por la teología que da comezón de oír pero que luego nos deja insatisfechos y necesitados de lo que verdaderamente necesitamos. La sana doctrina hace crecer nuestra fe y nos lleva a invertir el tiempo sabiamente para Cristo y Su Reino, haciendo madurar a la gente y a la iglesia a la imagen de Cristo.

3. Debemos amar la sana doctrina porque fluye del evangelio.

En 1 Timoteo 1:11, Pablo dice que la sana doctrina es “según el glorioso evangelio del Dios bendito”. El evangelio es un mensaje para ser proclamado y enseñado. La sana doctrina es la sustancia de la verdadera enseñanza del evangelio. Nuestro amor por el evangelio debería estar fuertemente atado con el amor por la sana doctrina, ya que comunica las verdades del evangelio que traen salvación a los oyentes (1 Timoteo 4:16).

4. Debemos amar la sana doctrina porque nos lleva a la santidad.

1 Timoteo 1:10 nos dice que existe una forma de vivir que es contraria a la sana doctrina. La doctrina correcta está ligada a la manera correcta de vivir, y esto es lo que quiere decir Pablo cuando habla del “pleno conocimiento de la verdad que es según la piedad” (Tito 1:1). La sana doctrina nos enseña acerca de un Dios santo y que está airado con el pecado, pero que nos ama lo suficiente como para sacrificar a Su Hijo en nuestro favor, para librarnos de ese pecado. La sana doctrina de un Dios santo produce gente santa.

5. Debemos amar la sana doctrina porque nos guarda de la falsa doctrina.

Las Escrituras apuntan a tres fuentes de doctrina: los demonios (1 Timoteo 4:1), los hombres (Mateo 15:9), y Dios mismo (Tito 2:10). La sana doctrina fluye de Dios mismo, y es incorruptible y dadora de vida. La sana doctrina es un ancla de verdad que nos guarda de ser “llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina” (Efesios 4:14). El amor por la sana doctrina será un “escudo de verdad” contra las mentiras y las doctrinas del enemigo, que son rampantes hoy día, incluso en muchas iglesias.

6. Debemos amar la sana doctrina porque nos lleva a la acción.

Las Escrituras preparan a los hombres y a las mujeres para toda buena obra (2 Timoteo 3:17). Del mismo modo, una enseñanza sana de las doctrinas de las Escrituras cataliza tanto el servicio como el testimonio, al instalar una convicción profunda y un gozo real en la vida de los cristianos. Escuchar la verdad de las Escrituras enseñada claramente exaltará la misericordia y la gracia de Dios, lo cual hará que estemos agradecidos y obedezcamos Sus mandamientos para ser luz en el mundo y proclamar el evangelio, “adornando la doctrina de Dios nuestro Salvador” (Tito 2:7-10).

7. Debemos amar la sana doctrina porque esto significa amar a Cristo mismo.

Nada me hace tener que contenerme como cuando escucho a los cristianos decir: “no necesito doctrina, ¡solamente quiero amar a Jesús!”. Esta gente no entiende que la doctrina es la que nos habla de Jesús, que es la Verdad hecha carne (Juan 14:6). Jesús vino a predicar (Marcos 1:38). Su predicación incluía comunicar doctrina que proclamaba quién es Él y cómo deben vivir sus discípulos en relación con Él y con el mundo.

8. Debemos amar la sana doctrina porque al final nos lleva a la adoración.

Contemplar las verdades acerca de Dios y Sus obras entre los hombres nos hace maravillarnos con asombro de su bondad (Salmos 107). La adoración no es solamente el resultado de la doctrina: es la razón por la que la doctrina existe. Pablo ejemplifica esto concluyendo una de las porciones más ricas de las Escrituras en cuanto a doctrina con la siguiente doxología: ”¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!” (Romanos 11:33).
Dios quiere que la sana doctrina llene la iglesia con creyentes santos, que exalten y proclamen a Cristo y que maduren diariamente en el conocimiento de Dios y la obediencia a Él. 
El pastor Fernando ha aprendido mucho desde que dejó de predicar el mensaje de prosperidad y comenzó a centrarse en enseñar las Escrituras. Aunque mucha gente ha abandonado la iglesia, nuevas personas han venido, ansiosas por escuchar la vedad. Los adolescentes que solían sentarse en la parte de atrás de la iglesia y enviar mensajes de texto durante el servicio se han movido ahora a las filas de adelante y han comenzado a servir y a alcanzar su comunidad. Este es un cuadro de la sana doctrina en acción. Enseñar sana doctrina es importante.

El lugar donde comienza la sana doctrina

Aunque estudiar doctrina en la iglesia local es una forma fantástica de crecer, quizás lo más importante que podemos hacer diariamente es estudiar las Escrituras con fidelidad y cuidado. Conforme hemos entrenado a pastores en el programa Pastores Entrenando a Pastores, hemos visto que a menudo el crecimiento en la sana doctrina viene cuando la Palabra derriba las doctrinas que no son sanas, que están enraizadas en un marco teológico defectuoso, en valores culturales específicos, o simplemente en no leer las Escrituras en su adecuado contexto histórico, bíblico y literario.
Prestemos atención al mandamiento de Pablo en 2 Timoteo 1:13 y “retengamos la norma de las sanas palabras que hemos oído, en la fe y en el amor en Cristo Jesús”.


[1] Baker's Evangelical Dictionary of Biblical Theology
[2]  Entrada para ὑγιαίνω in Louw, Johannes P. and Eugene Albert Nida. Greek-English Lexicon of the New Testament: Based on Semantic Domains. electronic ed. of the 2nd edition. New York: United Bible Societies, 1996.

miércoles, 21 de octubre de 2015

El Evangelio para los Inconversos -C-H-SPURGEON


"Ten confianza. Levántate, Él te llama."Marcos 10:49


I. Primero, pues, MUCHAS PERSONAS QUE REALMENTE BUSCAN AL
SALVADOR NECESITAN GRAN CONSUELO.

Sé que hay aquí esta noche muchas de esas personas. Ustedes anhelan la vida eterna. Dios ha implantado en ustedes un deseo de ser reconciliados con Él; pero necesitan ser animados, porque ustedes se afanan bajo una especie de temor indefinido que estas cosas buenas no son para ustedes. En
parte su conciencia de ustedes, en parte su falta de fe, y en parte Satanás, estos tres se han juntado para arrojar una niebla sobre ustedes, y ustedes realmente piensan que no pueden ser perdonados.

Ustedes no lo pondrían exactamente en esos términos, pero así es el rumbo de sus pensamientos. Tienen ustedes una vaga idea de que hay muchas buenas personas santas que serán salvas, y, ciertamente, que hay algunos grandes trasgresores que serán salvos; pero no piensan que ustedes puedan serlo. ¡Oh, que yo pudiera destruir ese incrédulo pensamiento! Hay salvación, hay misericordia, hay perdón, y es gratuito para cada alma que quiera venir y tomarlos. Es sin ningún costo como el aire que respiran, o como el agua saltarina de esa fuente. "El que quiera, tome del agua de vida gratuitamente."

Ustedes están equivocados en todas esas reflexiones sombrías. Ustedes escriben cosas amargas contra ustedes mismos, pero Dios no las ha escrito. Qué pasaría si cobraran ánimo y tuvieran una esperanza: "Tal vez pueda yo encontrar vida eterna esta noche. Tal vez pueda salir esta noche de esta casa liberado de la carga de mi pecado." Sería un buen comienzo si tuvieras una esperanza así, pero podrías ir mucho más lejos con gran confianza. Puede ser que estás abatido porque piensas que has estado buscando en vano. Tú, joven, comenzaste a orar hace unos cuantos meses, y me da gusto oírlo. Pero todavía no has obtenido la paz. No dejes de orar. Sé que estás desanimado, pero no dejes de buscar. Yo mismo fui durante muchos meses un serio buscador de Dios por medio de la oración. Pensaba que por la oración importuna debía encontrar perdón. No entendía que Él había dicho: "Cree en el Señor Jesús y serás salvo." Así que me puse a trabajar orando. Sin embargo, estoy agradecido que no cesé de orar, aunque a menudo parecía que desperdiciaba mis palabras y gastaba mis lágrimas en vano.

No te desalientes. Este ciego no fue escuchado al principio, aunque gritaba con fuerza. Tuvo que gritar por su vista repetidas veces, aumentando su vehemencia cada vez. No te dejes llevar por la desesperación. Puede haber retrasos, pero nunca habrá una negativa para aquellos que claman
verdaderamente. Ten consuelo. Continúa, querido corazón, continúa, y vas a encontrar la paz y el consuelo. Tal vez, también, están tristes porque hay muchos alrededor de ustedes que los desaniman. Les dicen que no hay nada en la religión. ¿Cómo podrían saberlo? El suyo es un extraño apasionamiento. Hay muchos individuos en el mundo que son considerados honestos en los negocios: ustedes les aceptarían sus firmas, confiarían en su palabra en relación a las cosas que venden, y sin embargo cuando esas buenas personas comienzan a decir que están conscientes de una vida nueva dentro de ellos, que han descubierto que Dios es real y espiritual, y que han recibido un Espíritu que habita dentro de ellos, o que tienen comunión con Dios, al instante mucha gente dice que eso no es verdad, de hecho llamándolos mentirosos. ¿Y por qué no es cierto? ¿En qué se basan para desacreditarlos? Simplemente porque esa gente que mencionamos, dice que ellos nunca han sentido algo así. Pero si hubiera un mundo lleno de gente ciega, y entre ellos unas cuantas personas bendecidas con la vista, cuyos ojos hubieran sido abiertos, si estos comenzaran a hablar de la luz del sol y del color, todos los ciegos podrían decir, "Eso no es verdad." ¿Por qué? "Porque nosotros nunca hemos visto la luz del sol o el color." ¿Acaso eso prueba que no es verdad? Aunque ustedes no posean la facultad de la visión, otros sí la tienen. Si esos hombres son honestos en otras cosas tienen tanto derecho de ser creídos en este asunto como en los demás. Afirmamos solemnemente que hay algo real en la religión. No es solamente un credo, es una vida. Los regenerados pertenecen a una nueva creación. Si algún hombre está en Cristo, él es una nueva criatura con nuevas facultades y nuevos poderes, de manera que es introducido en un mundo completamente nuevo. Entonces no les crean a aquellos que les dicen que no hay nada en ello, porque ellos no saben y por consiguiente no son testigos aceptables. No pueden atestiguar nada sino solamente el hecho de que no participan del secreto.

El Púlpito del Tabernáculo Metropolitano El Evangelio para los Inconversos NO. 1389 Sermón predicado en la noche del Domingo 19 de Agosto de 1877 por Charles Haddon Spurgeon

versión completa:
http://www.spurgeongems.org/schs1389.pdf

lunes, 12 de octubre de 2015

El propósito de Dios en mi vida Pastor: Miguel Núñez



“Porque David, después de haber servido el propósito de Dios en su propia generación, durmió, y fue sepultado con sus padres, y vio corrupción. Pero aquel a quien Dios resucitó no vio corrupción” - (Hechos 13:36) Cuando Pablo habla de Jesús, se nos habla de el propósito que tuvo. Pero David también tuvo un propósito, y fue el de Dios. Dios ha movido la historia para que cada uno viviera a la generación que cada uno debe de vivir, igual que David, igual que Faraón, igual que Pablo. El texto nos habla de tres palabras claves: después, propósito y nosotros. Dios quiere que entendamos que David durmió después de haber completado el propósito con el que vino. Vivimos preocupados por la seguridad de nuestros días, pero no hay nada que llegue a tu vida que pase por las manos de Dios primero. Dios hace todo hermoso en su tiempo.

El propósito de Dios es tiempo específico, es generación específico. Dios entiende que le podemos aportar algo a nuestra generación, no hacerlo es robarle a Dios este propósito. Hay mucha insatisfacción cuando no se vive el propósito de Dios. Fuera del propósito de Dios no hay gozo. Una vida con múltiples propósitos es complicada, una vida con un propósito singular es una vida enfocada. No abrazar los propósitos de Dios significa abrazar el propósito de Satanás. Satanás sabe lo importante que son los propósitos en nuestra vida. Hay muchas cosas que llegan a nuestra vida que parecen oportunidades, pero muchas de ellas son de parte de Satanás para desviarte del camino. Abrazamos lo que aparenta ser la provisión de Dios pero que no es. ¡Los propósitos de Dios son de gloria! Conocer a nuestro Dios facilita conocer los propósitos de nuestra vida (Salmo 138: 8). Creemos que necesitamos crear nuestro propósito, con cosas que proveen satisfacción momentánea, pero se puede tener éxito en la vida secular, pero se puede fracasar en el reino de Dios.

Muchas veces se confunde propósito con actividades, pero son muy distintas. Propósito no es abundancia de actividades. Las actividades son un instrumento para que llevemos a cabo el propósito de Dios. Toda la vida despegada de Dios es un sin sentido, es un vacío. ¿Qué es propósito? Es la razón por la cual fuiste creado en el primer lugar. El propósito le da dirección, velocidad a tu vida. Tenemos algo que esta generación necesita. Las cosas que Dios comienza, Dios termina. Para yo conocer el propósito que Dios me creó, necesito entender el propósito general que es para sus hijos.

HEMOS SIDO CREADOS PARA CONOCER Y AMAR A DIOS.

Esta relación de intimidad ayuda a que conozcamos nuestro propósito. Esto es para que nos gloriemos de que entendemos a Dios y que le conocemos. Vivir para la gloria de Dios y no gozarse en Dios son dos verdades incompatibles. ¿Qué implica vivir para Su gloria? Implica que mi búsqueda es el reino de Dios; el ajuste de todas mis expectativas, sueños y ambiciones para la voluntad de Dios. Conocer el propósito de Dios para mi vida me ayuda a conocer mis responsabilidades y prioridades. Muchos no saben a donde van en la vida, y están perturbadas, y lo único que les falta es conocer un propósito. Conocer el propósito de Dios para mi vida me hace más eficiente. Queremos muchas veces abrazar el propósito de Dios antes de estar listos, sin el carácter adecuado. Tenemos que aprender a esperar el tiempo de Dios de los propósitos de Dios. Cuando el esfuerzo es placentero o da satisfacción, no se puede calificar como trabajo. Así es cuando se vive el propósito de Dios, al tiempo de Dios; ya que la ansiedad disminuirá y el gozo aumentará, la productividad y la eficiencia aumentará. AMÉN

Marzo 30, 2014 Iglesia Bautista de la Gracia Santiago, República Dominicana


http://ibgracia.org/detalle_sermon.html?idsermon=1428


http://ibgracia.org/index.html

viernes, 9 de octubre de 2015

¿Por qué Dios no escogió salvar a todos?-John MacArthur




Pregunta:

[Una niña]: Yo escuché su sermón el domingo pasado, y estuve pensando, ¿Por qué Dios no escogió salvar a todos?
John MacArthur:
Los niños siempre hacen ese tipo de preguntas sobre ese tema. Los adultos no las hacen porque han aprendido que no hay respuesta.

¿Por qué Dios no escogió salvar a todos? No sé. Pero, hay una respuesta básica—fundamental. La respuesta es: Porque Él recibe más gloria a Su nombre haberlo hecho de la manera que lo hizo. Dios hace lo que hace para Su gloria. Y de una manera, de alguna manera, Dios es glorificado en lo que hizo, y es por eso que lo hizo.

¿Alguna vez se ha equivocado Dios? ¿Estuvo Dios alguna vez incorrecto? ¿Es Dios amoroso? Sí lo es. Entonces, lo que hace coopera de alguna manera con Su carácter. Y sí es difícil para nosotros entenderlo, ese no es el problema de Dios; ¿De quién es el problema? Es de nosotros, no es cierto, porque no tenemos la habilidad de comprenderlo.
Entonces hay algunas preguntas que no podemos contestar – y esa es una de ellas.  
Dice la Escritura: -No me complazco en la muerte del impío- – Dios dice eso. Y confío en Dios – confío en su carácter. Yo no sé cómo es que Dios no tiene placer en la muerte del impío y deja que el impío muera. Yo no sé como por un lado Dios puede decir en Isaías 46:10, -y haré todo lo que quiero- y después dice, -No me complazco en la muerte del impío.

De una forma sencilla: todos los hombres nacidos en Adán nacen con la naturaleza pecaminosa—caída, y porque tienen la naturaleza pecaminosa, son todos condenados al infierno. Es nuestro pecado en Adán y la naturaleza que tenemos, lo que condena a todo hombre al infierno. Así como todo hombre va al infierno, Dios, en su maravillosa gracia salva a algunos. Los demás son condenados, pero no simplemente por el pecado de Adán – primordialmente por el pecado de la incredulidad. Juan 3:18 dice, -El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado.  ¿por qué?, -porque no ha creído.- Entonces, allí es donde está la tensión—de entender.

La salvación es por el propósito elegido y predestinado de Dios. La condenación es por la incredulidad del hombre. Ahora podemos decir, -¿Cómo resolver eso?- ¡Nosotros no podemos resolverlo. Pero, sabemos que Dios es perfecto y lo resuelve perfectamente y es lo mejor que podemos tener con eso.

Entonces, ¿Qué podemos hacer? Cuando somos salvos, ¿a quién le agradecemos? A Dios. Y cuando los hombres van al infierno, ¿a quién culpamos? A ellos. Usted dice, -No entiendo, ni yo, pero lo importante son las implicaciones: si yo he sido salvado, yo me regocijo en Dios, me regocijo, le agradezco; y cuando voy con un incrédulo, no le voy a decir, -¿Eres escogido? – como dijo Spurgeon, levántales la camisa para ver si tienen un sello de la letra “E”. No, voy con ellos y les digo, -Serás condenado por tu incredulidad- y les voy a explicar el evangelio y les voy a rogar, -Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo.- Y le dejo los resultados a Dios.



sábado, 3 de octubre de 2015

3 versiculos utilizados por falsos maestros, para defender sus errores


(1Corintios.2:14 - 2Corintios 3:6 - Mateo 5:11)


“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. (1Corintios.2:14.RVR)

Esta es una de las conocidas trampas utilizadas por el movimiento carismático/pentecostal.
Este versículo es muy utilizado con fines egoístas (“yo tengo la razón”), en cualquier opocisión al punto de vista expuesto por un pastor carismático/pentecostal o talvez un caso de cualquier diferencia doctrinal o de opinión e interpretación bíblica, ya sea; “lenguas, profecías y otras”. Este texto salta como mecanismo de defensa* = (herramienta que la mente utiliza para defenderse de ataques) calmando sus conciencias defendiendo el error, cambiando lo bueno por lo malo.
Afirmando que la persona que no esta deacuerdo con ese punto expuesto, no entiende puesto que es un “hombre natural”. Genera y se incrementa en su propio pensamiento un egoísmo por defender esto, aceptando cualquier declaración de sus lideres (seres humanos) y no de la palabra de Dios. 
Es mas, especialistas en extraer un versículo fuera del contexto y transformarlo en una idea teológica aparentemente legitima, este movimiento, tiene una especie de alergia en observar todo el capitulo, comentarios exegéticos y referencias cruzadas de la biblia.

“El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica” (2Corintios 3:6. RVR)

“la letra mata, mas el espíritu vivifica”
Otro versículo entresacado del contexto es este, instalando una vez mas un circulo de protección a los errores de su movimiento, afirmando que “quien solo lee la biblia es pura información de letra muerta, pero el que lee con el espíritu es vivificado”. Es sencillamente otra forma de defender sus herejías ante las personas que no concuerdan con ellos.
Lo peligroso de esto es que instalan en el pensamiento de otras personas esto, es decir, enseñan esto como verdad, crean cárceles en el interior de las personas que podrían terminar siendo sus tumbas.
Usando un repelente a analizar todo el capitulo, el movimiento carismático/pentecostal aleja a sus seguidores de la Luz del verdadero evangelio, Pablo habla en este capitulo de la gloria de los dos pactos. V.9 “Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación”.






Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. (Mateo 5:11. RVR)

La trampa más mortal en la que un cristiano puede caer es ésta. Utilizada por cualquier secta llamada cristiana para justificar sus herejías. Ya sea, Testigos de Jehová, Mormon, Pentecostal y Carismáticos, este versículo es utilizado por miles de falsos maestros. Cualquiera sea la afirmación de alguien hacia ese falso maestro se convierte en una “persecución por causa de Cristo”.
En nuestro medio, muy frecuentemente esta situación es expuesta públicamente. Cuando se trata de grandes sumas de dinero, grandes contratos, llamados “pastores” con hambre de más y más dinero.
Sus seguidores, cegados, escuchando este versículo, calman sus conciencias, consintiendo como bueno lo incorrecto, como Isaías menciona, “justificando al impío”, puesto que ellos van a hacer lo mismo y justificarse ellos mismos como una persecución por causa de Cristo.

Crea como un círculo vicioso de impunidad en el creyente, haciendo lo que quiere hacer sin que nadie pueda o deba objetar. Así, sus mentes están calmadas y felices haciendo lo que quieren.